Lo leí por ahí, y me pareció adecuado compartirlo
Cuando le conté a mi amigo venusiano que aquí teníamos museos, a donde la gente iba a admirar obras como la que aquí vemos, me miró sorprendido. Me explicó que en Venus ya hace varíos siglos que se habían cerrado todos los museos, pues los artistas, obsesionados por el tema del Copyright, habían decidido que sus obras eran suyas y de nadie más. ¿Quién podía asegurarles que al exponerlas públicamente nadie fuera a respetar sus Derechos de Autor? Si alguien veía un cuadro y luego lo recordaba o le contaba a alguien lo que había visto, si un profe lo mencionaba en su clase de Arte, ¿cómo serían compensados? Y ya no hablemos de la piratería o de las burdas copias… El ultraje era inevitable.
Algún insensato les dijo que el arte no tenía sentido si no se compartía, pero ellos no quisieron escuchar: lo guardaron bajo llave. Ya no existen artistas en Venus, o si existen nadie lo sabe.
Por lo visto en Marte los artistas quisieron ser más listos y el tiro les salió por la culata. Allí a todo el mundo, en cuanto que nace, se le implanta un chip en el cerebro que, entre otras cosas, está directamente conectado a su cuenta bancaria. En cuanto que una persona siquiera piensa en una obra de arte, automáticamente se le transfiere el cánon establecido al autor de la obra en cuestión.
Lo bueno del sistema es que han conseguido deshacerse de un organismo tan molesto como la SGAE, que se lleva pasta sin crear nada;lo malo es que la pasión por el arte ha arruinado a más de un espíritu inquieto. Como consecuencia de ello, los museos suelen estar vacíos (son cosa de ricos) y la gente, en general, ha perdido interés por cualquier forma de arte.
Son una civilización bastante sosa, diría yo, al igual que la venusiana. Pero esto no se lo he dicho a mi amigo para no ofenderle.
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on junio 15, 2007
at viernes, junio 15, 2007
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