Ha sido difícil para mí aceptarlo. Lloro a escondidas. Quisiera detener el tiempo. Destrozarme de nuevo y salvarte. De alguna forma, poder impedir que nuestra separación fuese tan brusca y tan dolorosa. Es inútil. La daga se clava profunda y sacarla sólo produce más daño y más derramiento de sangre. Sobreviviré con mi dolor a cuestas. Fingiré que no existe... aunque quema.
This entry was posted
on mayo 05, 2007
at sábado, mayo 05, 2007
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.